Ayer lunes a las 10 horas. Un día nublado en Morelia. El ex candidato a la gubernatura de Michoacán, Carlos Herrera Tello, de la alianza PRI, PRD y PAN llegó al conocido café llamado La Cabaña.
Sonriente acudió a una reunión con Eligio González y con Víctor Manuel Manríquez, dirigentes del PRI y del PRD, respectivamente.
Apenas estaban sentándose y a ordenar algo a los meseros, cuando el celular de Carlos Herrera suena y la voz al lado del auricular le dice “Puedes salir un momento”.
Herrera no la pensó dos veces y acudió a una nueva reunión no programada en la banqueta de la avenida Enrique Ramírez.
Al salir se encontró con Sergio Pimentel, el mandamás de Morena en Michoacán y quien controla el presupuesto de las prerrogativas de cada mes.
También apareció Víctor Baez, ex presidente municipal de Pátzcuaro con quién estableció conversación por varios minutos.
A días de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dicte sentencia inapelable y definitiva de la confirmación de la elección a gobernador o su anulación.
Sergio Pimentel conversó varios minutos con el ex candidato de Silvano Aureoles, a quien ha venido criticando, en sus participaciones en la Z noticias.
Pimentel planteó respetar la decisión del Tribunal Electoral, estimando que les favorecería y a cambio darle inmunidad a Herrera para que no siga con el mismo camino de Aureoles de acusar de narco elección a Morena y al hasta este momento gobernador electo.
No se supo más de que platicaron pero quedan dudas sobre un posible pacto de impunidad a Carlos Herrera para darle la vuelta a la elección, en caso de confirmar la elección a la gubernatura, o una concertacesion que se aplicaba en el salinismo y que la izquierda michoacana a aplicado muy bien en evitar perseguir o detener a funcionarios del gobierno como se ha hecho hasta ahora en el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel donde prescribieron sanciones y auditorías ante el órgano fiscalizador estatal.
No es de extrañar estos pactos de impunidad, ya que todos comparten historias en mismo partido amarillo y como dicen una cosa hacen otra por aquello de «la amistad».
Sin embargo, para el electorado esto ya no extraña: son los mismos de siempre, la izquierda michoacana que permite la impunidad y la corrupción.
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